El ictus no discrimina y no respeta las fronteras. Un país no puede afrontar los desafíos del ictus de forma aislada. El Día Mundial del Ictus reúne a grupos de ayuda, redes de apoyo para sobrevivientes, sociedades voluntarias del ictus, autoridades de la salud pública, médicos, enfermeros y otras profesiones aliadas de la salud incluyendo la sociedad civil en general, para una propuesta colaborativa para la educación integral acerca del ictus, la promoción, la prevención, el tratamiento y el apoyo y cuidado a largo plazo de los sobrevivientes de un ictus.
Cada seis segundos muere alguien por un derrame o ictus cerebral, cada seis segundos, independientemente de la edad o el sexo, una hermana, un hermano, una esposa, un esposo, una hija, un hijo, una pareja, una madre, un padre o un amigo morirá a causa de un ictus:
"Accidente cerebrovascular (también conocida como enfermedad cerebrovascular) ocurre cuando un vaso sanguíneo que transporta oxígeno y nutrientes al cerebro es bloqueado por un coágulo o se revienta. Cuando eso ocurre, parte del cerebro no recibe la sangre y el oxígeno que necesita, por lo que comienza a morir. La extensión y localización de los daños en las células del cerebro determina la gravedad del accidente cerebrovascular, que puede ir desde un mínimo hasta catastróficos. Debido a las diferentes áreas del cerebro controlan diferentes funciones, los efectos específicos de un derrame cerebral en particular depende de qué área del cerebro se lesiona. Un ataque cerebral leve en un área crítica del cerebro pueden ser de incapacidad permanente. Debido a que las células cerebrales no se regeneran, el daño a las células nerviosas es permanente.Millones de células cerebrales mueren cada minuto de un golpe es tratada. Ruptura de vasos sanguíneos causan accidentes cerebrovasculares hemorrágicos o sangrado." worldstrokecampaign.org
Una enfermedad que sin embargo se puede prevenir con unos hábitos de vida saludables, según recuerda la Sociedad Europea de Cardiología con motivo del Día Mundial del Ictus que se celebra este sábado.
"Uno de cada seis" es el lema de la jornada convocada por la Organización Mundial de la Apoplejía (World Stroke Organization, WSO por sus siglas en inglés), una doble alusión a que una de cada seis personas sufrirá un derrame cerebral en su vida y a la muerte cada seis segundos de una persona por esta causa.
El ictus mata a más personas cada año que el sida, la malaria y la tuberculosis juntos, y es la segunda causa de muerte en personas de más de 60 años y la quinta en las de edades comprendidas entre los 15 y los 59 años.
Según las previsiones, la incidencia del ictus cerebral seguirá en aumento, junto con las enfermedades coronarias y el cáncer, y pasará de unos seis millones de casos anuales en 2010 hasta casi ocho millones anuales en 2030.
Pero "si se identifican y modifican los factores de riesgo hay posibilidades de reducir la incidencia y la tasa de mortalidad de este mal devastador", señala en una nota difundida por la Sociedad Europea de Cardiología el profesor holandés Freek Verheugt, del hospital Onze Lieve Vrouwe Gasthuis de Amsterdam.
Para prevenir un accidente cerebrovascular o apoplejía, la WSO recomienda conocer los factores personales de riesgo como tensión alta, diabetes y colesterol, hacer ejercicio, combatir la obesidad con una dieta sana, limitar el consumo de alcohol, evitar el humo del tabaco y dejar de fumar, así como aprender a reconocer los signos de aviso de un derrame.
Estos síntomas son: un repentino adormecimiento, especialmente de un lado del cuerpo; dificultad para hablar o ver; pérdida de equilibrio o vértigo y una fuerte jaqueca sin causa aparente.
Según Verheugt, cualquiera de estos síntomas deben ser tomados muy en serio, ya que "el ictus cerebral constituye una urgencia médica y todo minuto ganado puede suponer una gran diferencia para la supervivencia".
"Una pérdida de tiempo es una pérdida de función cerebral", afirma la WSO.
El derrame se produce cuando una arteria que lleva oxígeno al cerebro se obstruye por un coágulo de sangre (derrame isquémico) o se rompe (derrame hemorrágico).
Privadas de oxígeno y nutrientes, las células cerebrales se mueren y la gravedad del ictus depende de la extensión y la localización del daño producido.
Según un informe publicado en 2010 con datos procedentes de 22 países, los principales factores de riesgo individuales son la hipertensión (35%), la relación entre el contorno de la cadera y la cintura (26,5%) y fumar (19%).
Además, Verheugt subrayó el peligro que corren las personas con un ritmo cardiaco irregular y les recomendó ir al médico, ya que los anticoagulantes pueden reducir el riesgo de un ataque cerebral en hasta un 70%.
Imágenes tomadas de lacuevademiguel
No hay comentarios:
Publicar un comentario