Una vez más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) vincula el uso excesivo de teléfonos celulares a un riesgo de desarrollar cáncer cerebral, a pesar de que aún no existe evidencia definitiva.
La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC, en inglés) señaló en un comunicado que los campos electromagnéticos generados por las radiofrecuencias de los teléfonos son “posiblemente cancerígenos” para los seres humanos
Según la IARC -que forma parte de la OMS- el uso de celulares tiene un impacto importante en el surgimiento específico de glicomas, un tipo de tumor cerebral maligno.
Para emitir esa información, la agencia se basó en un estudio que detectó -hasta 2004- un incremento de un 40% en el riesgo de glicoma entre usuarios intensivos: aquellos que utilizan su teléfono celular por más de 30 minutos diarios.
Las conclusiones se obtuvieron luego de que un grupo de 31 expertos se reuniera en Lyon, Francia, para examinar múltiples evidencias obtenidas a través de estudios epidemiológicos.
Ellos analizaron “todos los estudios relevantes” de personas que utilizan teléfonos celulares y además están expuestas a campos electromagnéticos en su lugar de trabajo.
Sin embargo, en el comunicado de la OMS se asegura que aunque exista la “asociación positiva”, no se pueden excluir otros factores y no se puede establecer claramente qué produce cáncer en humanos.
A propósito, Ed Yong, de la organización benéfica de Reino Unido Cancer Research UK, dijo que el veredicto de la OMS supone que existe una “cierta evidencia que vincula a teléfonos celulares con el cáncer. Sin embargo, es demasiado débil como para sacar conclusiones”.
La mayoría de los estudios existentes no ha encontrado vínculos entre los teléfonos y el cáncer. Si existiera tal relación, es poco probable que sea significativa”, dijo Yong.
Según él, el riesgo de cáncer cerebral es similar en las personas que usan teléfonos celulares y en las que no los utilizan. Además, “la incidencia de este tipo de cáncer no ha aumentado en los últimos años, a pesar del dramático en el uso de teléfonos desde 1980 en adelante”.
Tras la divulgación del informe, la organización sin fines de lucro Mobile Manufacturers Forum(MMF) -que agrupa a compañías como Motorola, Nokia y Samsung- emitió un comunicado en el que resalta que la investigación no es definitiva.
Pero nada de esto es nuevo, en su momento científicos del NIH (National Institute of Health) tras un estudio señalaron que no se sabe con certeza el daño producido.
"Lo que mostramos es que el metabolismo de la glucosa (un signo de actividad cerebral) aumenta en el cerebro de las personas que estuvieron expuestas a un teléfono móvil en la zona próxima a la antena", señaló la Dra. Nora Volkow, del NIH, cuyo estudio se publicó en la revista Journal of the American Medical Association.
El estudio pretendía analizar la reacción del cerebro ante los campos electromagnéticos causados por las señales inalámbricas de los teléfonos móviles.
La Dra. Volkow afirmó estar sorprendida de que la débil radiación electromagnética de los teléfonos móviles pudiera afectar a la actividad cerebral, pero señaló que los resultados no arrojan ninguna luz sobre si los teléfonos móviles producen cáncer o no.
El equipo de Volkow estudió a 47 personas, a las que se les realizó un escáner cerebral mientras un teléfono móvil permanecía activado durante 50 minutos y otro, mientras el teléfono estaba apagado.
Si bien no hubo un cambio general en el metabolismo cerebral, sí se observó un aumento del 7% en el metabolismo cerebral en la región más próxima a la antena del teléfono cuando éste estaba encendido. Según los expertos, los resultados son interesantes, pero se deben interpretar con cautela.
Pero como la idea de este no es hacer cruzadas contra nadie ni nada sino compartir información para que cada cual pueda extraer sus propias conclusiones; ahora les comparto las conclusiones de algunos estudios que resaltan las propiedades positivas de la telefonía móvil.
Un sencillo experimento desarrollado en el Departamento de Neurología de la Universidad de Isola Tiberina en Roma afirma que las ondas electromagnéticas generadas por los teléfonos móviles excitan la corteza cerebral con implicaciones para las personas que sufren epilepsia u otras condiciones neurológicas. Esta investigación involucró a 15 voluntarios que fueron expuestos durante 45 minutos a las ondas de un teléfono móvil. Se midieron los potenciales evocados durante, antes, inmediatamente después y una hora más tarde de la exposición.
En 12 de los 15 participantes se observó un cambio en la excitabilidad de la corteza motora, que volvió a la normalidad solo una hora después de la exposición. Estas variaciones corticales indican que las ondas electromagnéticas pueden ser dañinas para algunas enfermedades neurológicas como la epilepsia pero podrían ser beneficiosas para otros tantos trastornos neurológicos; tal beneficio podría aprovecharse en el caso del Alzheimer como muestran los asombrosos resultados a los cuales han arribado científicos norteamericanos.
Probablemente la investigación más interesante sobre la relación entre los efectos de las ondas electromagnéticas y la enfermedad, es aquella conducida en la Universidad de la Florida en coordinación con el Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer. Estos científicos aseveran que la exposición a largo plazo a las ondas electromagnéticas asociadas a los teléfonos móviles podría proteger contra el Alzheimer e incluso revertir algunos de sus síntomas.
Vale aclarar que el estudio fue realizado con 96 ratones que fueron genéticamente alterados para que desarrollasen placas cerebrales producidas por la acumulación de beta-amiloides y los consecuentes problemas de memoria en aras de simular la enfermedad de Alzheimer. Así, se observó que la exposición a las ondas emitidas por los teléfonos móviles protegía la memoria de los ratones destinados a desarrollar los síntomas del Alzheimer. Incluso se observó que, aquellos que aparentemente habían olvidado los aprendizajes previamente realizados, después de estar expuestos a las ondas electromagnéticas volvían a recuperar algunas memorias.
Los investigadores hipotetizan que esta exposición podría eliminar los depósitos cerebrales de la dañina proteína beta-amiloide o prevenir su acumulación. Aclaro, para aquellos que no lo sepan, que en la enfermedad de Alzheimer se forman placas en el cerebro causadas por la acumulación de beta-amiloides, principalmente.
¿Cuál fue el tiempo de exposición a las ondas electromagnéticas? Una hora diaria durante siete o nueve meses. Así, se intentó simular el tiempo medio que pasaría una persona sometida a las ondas de su propio móvil.
¿Las conclusiones? Aunque en mi opinión es muy prematuro, los científicos afirman que los mismos efectos podrían observarse en las personas y que el uso diario del móvil podría ser un tratamiento no invasivo, efectivo y sin costo alguno para prevenir la enfermedad de Alzheimer. Actualmente están evaluando si el aumento de la frecuencia y la intensidad de las ondas podrían provocar beneficios más rápidos en aras de recuperar la memoria.
Referencias:
Arendash, G. W. (2010) Electromagnetic Field Treatment Protects Against and Reverses Cognitive Impairment in Alzheimer's Disease Mice. Journal of Alzheimer's Disease; 19: 191-210:
Ferreri, F. et. Al. (2006) Mobile phone emissions and human brain excitability. Annals of Neurology; 60(2): 188-196.
Fuente: Rincón de la Psicología
La pregunta es ¿Y entonces?. Un cerebro "con Alzheimer" no está en riesgo de caer en los resultados de los arrojados por los estudios mencionados al inicio de la entrada... ¿?, ¿sólo se encuentra lo que se quiere?, en fin, el tiempo dará las respuesta, esperemos que no sea demasiado tarde para algunos...mientras tanto es mejor prevenir que lamentar, así que a hablar menos por el móvil y más en persona ;-). Seguiré buscando respuestas a estas interrogantes, a ver si alguien además de conseguir lo que quiere con su investigación encuentra lo que no quería también y "la ciencia se vuelve conciencia otra vez."
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