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martes, 6 de marzo de 2012

Hablemos el mismo idioma: Cuestiones de Dolor Vertebral. Red an Yellow Flags.

CUESTIONES DE DOLOR VERTEBRAL

Existen razones para pensar que el manejo del dolor vertebral ha sido erróneamente tratado en gran escala a nivel mundial y por lo tanto, diferentes instancias han promulgado orientaciones para mejorar la calidad del modelo asistencial. Aproximadamente desde el años 2006 se ha dado mayor importancia a esta situación. Numerosas conferencias de consenso, publicaciones y revisiones de evidencia científica sobre el tema han emitido documentos y recomendaciones dando lugar a importantes cambios en el estudio del dolor y el uso de las terapias (farmacológicas, físicas y quirúrgicas) como consecuencia de los estudios realizados y publicados tanto para el dolor agudo como para el crónico y así surge el ‘‘modelo  biopsicosocial’’ en el estudio y manejo del dolor vertebral mecanico degenerativo. 



En el estudio de la discapacidad por dolor lumbar se ha comprobado la gran importancia que  juegan los factores psicosociales en la génesis, evolución, limitaciones funcionales y desinserción social de los pacientes


En las revisiones efectuadas se han mencionado como causas o errores de este fracaso en los  resultados las siguientes



1. Haber puesto un ‘‘énfasis excesivo en el diagnóstico estructural’’, es decir, en el diagnóstico anatomorradiológico: hernias discales, señales radiológicas de degeneración (discopatías, síndromes facetarios). Uno de los hallazgos es la ‘‘gran discordancia clinicorradiológica’’. Se ha confirmado la frecuencia de discopatías y de cambios radiológicos degenerativos en las articulaciones posteriores asintomáticos, es decir, sin manifestaciones dolorosas. Para leer más sobre las nuevas directrices en el uso del examen por imagen en la lumbalgia clic aquí.

2. Prescripción excesiva de reposo en cama. Como bien dijo Wadlel en 1980: ‘‘hemos prescrito incapacidad en el dolor lumbar’’.

3. Énfasis excesivo en el diagnóstico psicógeno: ‘‘se supone que todos los factores orgánicos han sido considerados’’. El médico, habiendo agotado sus recursos, decide que la única alternativa es la explicación psicológica.

4. Multiplicidad de intervinientes: proponen tratamientos en función de sus creencias o de sus conocimientos.

5. Dificultad de muchos profesionales para aplicar las recomendaciones relacionadas con la actividad física, reposo, paradas laborales.

6. Desconocimiento de los factores psicosociales de paso a la cronicidad.

7. Desconocimiento del papel del disco, fuera de la hernia discal.

8. El manejo osteopático: ‘‘lesiones para recolocar en su lugar’’ no corrigen las degeneraciones discales progresivas.

9. La utilización excesiva de la cirugía y de las técnicas de imagen avanzadas.

10. El uso excesivo de modalidades de terapia física pasivas: se ha comprobado que tienen escaso valor en el dolor crónico (Congreso del Dolor 2012).

De todo lo anterior, al menos para ofrecer una práctica clínica que se apoye sobre fuentes de información científicamente fiables derivadas de las conferencias de consenso, medicina basada en la evidencia y guías de práctica clínica hay que considerar los que se conoce como RED AND YELLOW FLAGS (banderas rojas y amarillas en el dolor de la columna vertebral) que dan una orientación en el manejo y tratamiento efectivo del dolor en la columna vertebral:


1. Las banderas rojas son indicadores clínicos de posibles condiciones subyacentes graves que requieren intervención médica adicional. Las banderas rojas fueron diseñadas para su uso en el dolor agudo de espalda baja, pero el concepto subyacente se puede aplicar de manera más amplia en la búsqueda de grave patología de base en cualquier presentación del dolor.



De esta manera Se considera‘‘enfermos de estudio rápido o urgente’’ a aquellos que presentan síntomas o signos "red flags"  (banderas rojas), relacionados con lumbalgias o lumbociáticas sintomáticas



Tomado de  Medical Practice Guidelines Hunter Integrated Pain Service. Nov 2005


Tomado de “El dolor lumbar”, Rehabilitación, 2011

Las banderas rojas permiten un uso adecuado de los examnes paraclínicos, restringuiendo sus uso a las mismas. 

2. Las banderas amarillas son indicadores psicosociales que sugieren un mayor riesgo de progresión a largo plazo, la angustia,la discapacidad y el dolor. Las banderas amarillas se han diseñado para su uso en el dolor agudo de espalda baja. En principio se puede aplicar más ampliamente para evaluar la probabilidad de aparición de problemas persistentes de cualquier presentación dolor agudo.


Las banderas amarillas se refieren a las actitudes del paciente y las creencias, las emociones, los comportamientos, la familia y el lugar de trabajo. El comportamiento de los profesionales de la salud también pueden tener una influencia importante.

Los factores clave a considerar (Banderas amarillas) para el dolor de espalda baja son los siguientes:

• La creencia de que el dolor es perjudicial o incapacitante.
• Miedo-conducta de evitación (evitar la actividad por miedo al dolor)
• Bajo estado de ánimo y aislamiento social
• La expectativa de que el tratamiento pasivo en lugar de participación activa será de ayuda.

La presencia de banderas amarillas puede poner de relieve la necesidad de abordar determinados factores psicosociales, como parte de un enfoque de gestión multidisciplinario.

Algo que debe de quedar claro:  Las “banderas amarillas” representan la dimensión psicosocial y deben de ser consideradas durante la valoración/evaluación ya que actúan como importantes factores de riesgo para la aparición de problemas crónicos. Las directrices recomiendan que se consideren las “banderas amarillas” ya en la primera visita, y que se realice una exploración si el dolor no ha remitido en un plazo de 2-4 semanas. No obstante, esta recomendación está muy lejos de la práctica clínica actual. Hay que admitir que muchos hacen un trabajo excelente, pero otros ni siquiera piensan que el dolor agudo de espalda sea un factor de riesgo, situación que se refleja en muchas investigaciones.


De esta manera creo ya quedan claras algunas cosas y una de ellas es que definitivamente hay que unificar criterios para poder TODOS HABLAR EL MISMO IDIOMA y no que el médico traumatólogo diga una cosa, el neurocirujano otra, el Médico Fisiatra (Médico Rehabilitador) otra y cada Fisioterapeuta diga otra, trayendo a la larga consecuencias en el participante/paciente, pues mientras todos nos ponemos de acuerdo ya se ha CRONIFICADO EL DOLOR CON TODAS SUS CONSECUENCIAS, pudiéndose evitar desde la primera consulta!. Lo otro que debe de quedar claro son los FACTORES PSICOSOCIALES DEL DOLOR y la influencia que pueden tener en la percepción del dolor y por último, dejar de estar sugiriendo a cada quien que le duela la columna que se ¡haga una radiografía!




3 comentarios:

  1. Excelente entrada, excelente contenido, rompiendo viejos esquemas en abordaje terapeutico

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  2. excelente, estoy de acuerdo, valoración clínica no es mandar un montón de radiografias

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    Respuestas
    1. Gracias por leerme y por tomarte unos minutos y comentar :-). ¡Saludos!

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