En nuestro país, como en muchos otros, se es "profesional" (en cualquier área) cuando se obtiene un título otorgado por una universidad o un instituto, autorizando al titular para ejercer una profesión. Sin embargo, si llevamos esto a la realidad más allá de un concepto, concuerdo con muchos colegas de aquí y de allá en que muchos "profesionales", terminan cayendo (consciente o inconscientemente) en la clasificación de "personas que trabajan en algo, y punto"; cosa que no está tan alejada del significado "puro y duro" de PROFESIONAL y TRABAJADOR, para entender un poco más, aquí está lo que significa cada una de las palabras de acuerdo a la Real Academia Española:
TRABAJADOR, ra:
1. adj. Que trabaja.
3. m. y f. Jornalero, obrero.
4. m. Chile. totorero.
PROFESIONAL:
1. adj. Perteneciente o relativo a la profesión.
2. adj. Dicho de una persona: Que ejerce una profesión.
3. adj. Dicho de una persona: Que practica habitualmente una actividad, incluso de la cual vive.
4. adj. Hecho por profesionales y no por aficionados.
5. com. Persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación.
Y es cuando entonces traigo a colisión la pregunta que ha sido manifiesta en muchas medios no sólo de Fisioterapia sino de otros campos que tienen la misma inquietud, en cuanto lo que decimos que SOMOS y lo que realmente HACEMOS:
Si alguien se dedica a un oficio*, y del cual vive, ¿se puede decir que esa persona ya es un "profesional" de su área? ¿O ser un "profesional" involucra más cosas que simplemente desempeñarse en un trabajo?
Entiendase por oficio*, según la RAE: (Del lat. officĭum). 1. m. Ocupación habitual. 2. loc. verb. coloq. Hacerlo con frecuencia.
Ahora, sin tener aún clara la respuesta a la pregunta anterior, me viene a la mente la otra pregunta un poco más cercana a nuestra área:
¿Profesionales o Técnicos?
Ya esta segunda pregunta la hice en una entrada anterior (FUNDAMENTOS de la PRACTICA CLÍNICA, clic para ver), tratando de buscarle una respuesta en cuanto al desequilibrio existente entre la importancia que se le da a la Teoría y a la Práctica. Aprovechando esta oportunidad reitero lo que en ese momento conseguí como marco de referencia para intentar dilucidar la interrogante:
En el libro Therapeutic Exercise for Musculoskeletal Injuries,(Peggy Houglum; 3ra. ed, 2010) se expresa que: El terapeuta físico, como profesional de la salud, debe conocer y entender, no sólo hacer; dado lo importante de esto, la autora expresa lo siguiente en la primera página de su libro:
Qué, por qué, cuándo, cómo, dónde y quién son preguntas que se formulan frecuentemente en la medicina. Conocer sus respuestas no siempre es fácil o incluso posible. Entenderlas puede ser aún más difícil. Intentar conocer y entender las respuestas, sin embargo, es la meta de los profesionales del cuidado de la salud. "Conocer y entender estos cómo, por qué, cuándo, cómo, dónde y quién del cuidado de la salud define las diferencias entre técnicos y profesionales."Una cosa es meramente hacer algo y otra es entender por qué se hace algo. Para ser un verdadero profesional del cuidado de la salud, tú no solo debes saber cómo ejecutar las técnicas y destrezas que son parte de la profesión, sino aún más importante, tú debes tener el conocimiento para apreciar por qué una técnica o destreza es utilizada y entender el impacto de su aplicación. El desafío no consiste en poner un peso en un tobillo sino en entender por qué se lo hace, cuándo debe ser hecho y qué impacto tiene esta acción en el cuerpo. En un discurso impartido en 1985, Diane Ravitch* dijo:
"La persona que sabe 'cómo' siempre tendrá un trabajo. La persona que sabe 'por qué' siempre será su jefe". El técnico sabe cómo; el profesional del cuidado de la salud sabe por qué. Un técnico puede aplicar la técnica, pero un profesional conoce, aprecia, entiende la técnica y la aplica"
Creo que este es un buen momento en el que cada uno de nosotros debe caer en la cuenta de si está yendo por el camino que le lleva a ser un "trabajador" o por aquel que le conduce a ser un profesional; destaco que ambas posturas son bien respetables, pero nunca está demás detenerse a pensar en dónde está y hacia donde va.
Respecto a mi, sigo en la búsqueda de las respuestas a estas inquietudes, inquietudes personales que comparto con uds. pues de una u otra manera son inquietudes que están tomando protagonismo en muchos áreas, en muchos medio y en muchos países, más cuando se trata sobre una de las piedras angulares en la Fisioterpia: Médico Fisiatra Vs. Fisioterapeuta (independiente de si es Técnico Superior o Licenciado, si hemos reflexionado algo es más que evidente que el problema no está en el Título Universitario sino en la Actitud).
Y mi tercera inquietud es:
¿por qué sugerimos a los participantes/pacientes que busquen tal médico "porque es el que está actualizado" y (términos a fines) y nosotros como Fisioterapeutas o Trabajadores en el área de la Fisioterapia no nos mantenemos actualizados? ahhhhh es que creo que esto nos lleva de nuevo a pensar: ¿TRABAJADOR o PROFESIONAL?, y la razón económica en cuanto a tener que invertir en Congresos, Jornadas, Cursos, Especializaciones, Diplomados, creo que no es valedera del todo, pues la información está al alcance de todos quienes quieran buscarla, siempre y cuando tenga la ACTITUD para buscarla en los diferentes medio y a través de diferentes recursos, y al menos LEERLA (y aún pareciera que es una minoría quien considera alguna de las opciones, esto lo digo con base en las estadísticas del blog, donde la mayoría de los visitantes son de otros países y quienes llegan a través del buscador de google y no porque los tenga como contactos en el facebook).
NO sé, pero en mi particular creo que si hacemos a nuestros participantes la petición de que se busquen los mejores médicos, por responsabilidad deberíamos de ofrecerle el mejor servicio profesional de vanguardia en el área donde nos desenvolvemos como Fisioterapeutas, eso creo que me lleva a pensar nuevamente en la pregunta: ¿profesional o técnico? (sin alusión al título académico, reitero) considerando que el conocimiento humano se amplía día tras día, uno no sólo necesita aprender cosas nuevas, sino que también debe modificar o abandonar lo que hace de acuerdo a lo que el método científico descubre en el día a día.
En resumen creo que seguiré en la búsqueda de respuestas; aunque cada vez que lo hago salen nuevas interrogantes como por ejemplo, yéndonos al otro extremo:
¿los intereses personales o económicos deben prevalecer sobre la ciencia?.
¿formarse en lo que le hace exclusivo a uno, o en lo que siga el método científico?
¿Hay un día especial para aprender: es mejor el lunes que el jueves por ejemplo?, ¿Hay que esperar el momento perfecto para actualizarce o buscar el momento y hacerlo perfecto para nuestro conocimiento?
¿Es cuestión de cultura?, ¿ Estas disyuntivas las tendríamos si fuéramos como otros países en los cuales hay que presentar un examen cada cierto tiempo así como cierto número de credenciales para seguir siendo poseedor de un cargo en el medio asistencial?, ¿se repetiría la misma actitud si para acceder a cargos públicos se tuviera que presentar un examen que certifique que somos aptos para ejercer la profesión más allá de un título académico?
Continuará...
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Definitivamente, hay una frase dentro de este texto reflexivo que resume la situación: “es cuestión de actitud”, y por lo tanto la pregunta inicial debe ser respondida por cada profesional o técnico. Hay otro término que en particular me ha sido de interés, y no es otro que la definición de “terapeuta” aludiendo al fisioterapeuta, que en la práctica su intervención no se limitará solo a la parte física, como lo sugiere la etimología del término. Y es precisamente cuando se le atribuyen diferentes matices o formas de definición que se puede malentender la conjetura de la profesión, como por ejemplo cuando se te denomina “terapista”, siendo este último término aludido solamente a una ocupación, puesto que eso es lo que indica el sufijo “ista” (periodista, analista, contabilista). Y como todo es cuestión de actitud, es posible que se vea a la profesión como una disciplina o hasta como un estilo de vida. Particularmente, me es agradable la nomenclatura francesa, en donde la figura de “fisioterapeuta” es denominada “Kinesioterapeuta”… pero esta preferencia es meramente personal y muy poco practica. Excelente artículo!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aporte Fisioespacio, ciertamente la diferencia entre unos y otros es estará mediada por la "actitud" y dependerá de cada quien asumir la que quiera con responsabilidad. Saludos.
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